"Sí, quiero"- respondió ella
Y, como algunas noches, me desperté sonriendo.
Y girando mi cuerpo hacía el otro lado de la cama, donde dormía mi esposa, la abracé besándola como un adolescente que descubre el amor por primera vez.
¡A mi edad y después de tantos años!
Volví a sonreír cayendo en un plácido sueño, sabiendo que mañana, ella, estaría a mi lado.